La Concha Memories
La última villa original del Paseo de La Concha. La más especial. La Favorita.
Un hotel boutique situado en el corazón de la Bahía de La Concha, con las mejores vistas y servicio imaginables y con una propuesta gastronómica con sello Michelin.
Así nos presentaba la propiedad del vecino Hotel Londres su nuevo proyecto hotelero, nacido con la ambición de convertirse en un hotel singular, que proporcionaría al visitante un ambiente único, basado en una premisa clara y concisa: el placer de ser anfitrión.
- Brand Film
- Brand Book
- Desarrollo web
- Manual de gestión de RRSS
La estrategia
El placer de ser anfitrión reside en el propósito de crear una estancia maravillosa, el placer de agradar, el placer de provocar placer. Y el placer de ser huésped reside en la capacidad de conocer un lugar a través de los ojos de otro. El placer de escuchar, de observar, de ser guiado, de dejarse recomendar.
En la era de internet, donde todo lo encontramos online, este concepto es casi una vuelta al pasado. Hablamos de viajeros que disfrutan del VIAJE en toda su dimensión, aquellos que son capaces de ver y apreciar aquello que otros no ven a simple vista. El hotel disponía de todo lo necesario para, por sí mismo, convencer al posible visitante: ubicación, servicio inmejorable y una propuesta gastronómica única en la ciudad.
Sin embargo, buscábamos conectar con ese perfil de visitante que va más allá de los atributos racionales (ubicación, servicio, precio…) y que es capaz de dejarse cautivar por el mundo de las emociones, las sensaciones y los recuerdos.
Desarrollo
Sugerir en vez de mostrar. Inspirar en vez de hablar. Convencer, en vez de vender. Así decidimos crear ese tono propio que buscábamos. Un lenguaje visual delicado y sereno, basado en la atmósfera, la luz y los colores que pueden disfrutarse desde la Villa.
Un tratamiento de imagen casi nostálgico (doble exposición, mucho grano y hasta cierto desenfoque); una colección de imágenes que funcionan como postales de la ciudad; texturas, formas y recursos capaces de transmitir el servicio cercano y personal del hotel y el legado e historia de la Villa: ilustraciones, garabatos, escritura a mano, sellos…
Y un discurso que apelaba a la experiencia y al recuerdo del viaje. Porque una estancia singular comienza en un hotel singular.
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